¿Publicidad social, sexismo o algo más?

Hace unos días me he encontrado con esta imagen en Facebook. Su leyenda era “37 ejemplos de buena publicidad social” ilustrada por la foto en cuestión.

Mi primera reacción ha sido intentar entender cuál es la intención de la campaña. ¿Qué los hombres no le ceden los sitios a las mujeres en el transporte público? No veo porqué un hombre tiene que cederle el sitio a una mujer. En un mundo de igualdad no encuentro la necesidad de ello y creo que una gran mayoría de mujeres opinarán lo mismo que yo. Si yo no cedo mi asiento a un hombre en el metro, no veo porqué tiene un hombre que cedérmelo a mí. Así que creo que no va por ahí la cosa.

¿Que en el transporte público hay una serie de asientos reservados a determinados grupos de población y que hay caraduras que pasan de ello? Eso ya me parece mucho más lógico porque las “protagonistas” son dos mujeres una con un niño en brazos y otra visiblemente embarazada, que por cierto tiene una cara bastante lánguida. Vale, creo que la cosa va por ahí…

Esto no es una campaña de sensibilización social, esto es una estigmatización de un sector de la población. ¿Dónde está la niñata pasota, el ejecutivo agresivo que mira para otro lado, la treintañera superwoman enfrascada en su tablet? Los mendas de la foto antes que hombres son personas ineducadas e incívicas, además de bastante casposas, da igual su sexo y lo siento pero este tipo de acciones no creo que ayuden mucho. Quizás si los personajes fueran más normales, variados y creíbles nos haría pensar que todos, en alguna ocasión hemos pecado de pasotas ante una situación parecida y no deberíamos hacerlo y entonces recuerdo mi primera teoría…

¿Es que acaso lo que pretende decir la foto es que SOLO los hombres tienen la obligación de levantarse si entra una chica embarazada en el vagón del metro donde claramente se ve una pegatina que avisa de que esos asientos están reservados para ellas esté sentado quién esté? ¿Y qué carajo tiene que ver la “revista para hombres” con dejar tu asiento en el metro?

Por cierto… ¿Si va el autobús lleno y todos sus pasajeros son mujeres embarazadas y con niños pequeños y entra un señor mayor con un bastón, quién tiene preferencia? Porque existe otro tipo de discriminación que no todos nos atrevemos a mirar, aunque la vemos a diario, la sufrimos en nuestras carnes e incluso la practicamos a veces sin darnos cuenta: el edadismo. Esta palabreja casi impronunciable no es más que la definición de una clase de discriminación sobre las personas mayores, basadas en estereotipos y prejuicios sin sentido. ¿Piensas que eres solidario y que te preocupa nuestra tercera edad, y que no se te pasa por la cabeza hacerle ningún mal a ninguna persona de edad avanzada? Veamos si es verdad.

¿Cuántas veces has pensado que tu abuela, e incluso tu madre, son seres asexuales? Y no es que no hayan practicado sexo, ni tengan una sexualidad definida: es que simplemente son mujeres mayores que ya no deberían tener ningún deseo sexual. Curiosamente, las maduras xxx es una de las categorías más vistas en el porno online; pero ninguno estaría dispuesto a admitir, mucho menos a aceptar, que una de esas actrices fuera nuestra madre o nuestra abuela. Parecemos pensar que estas viejas calientes han salido del aire, y que no tienen una familia a la que dar cuentas por salir en esos videos guarros. Y piensas que las mujeres de edad de tu familia nunca en la vida podrían hacer nada de eso, porque ellas son decentes. Por supuesto, no dejas en el tintero que seguramente estas maduras estrellas porno lo hacen todo por dinero, con lo que son unas putas degeneradas (curioso que no se piense eso de los actores maduros que también se dedican a la pornografía, pero esa es otra historia).

Así, señores, es como practicamos el edadismo, sin límite de control y casi sin percatarnos de ellos. Aboguemos por la igualdad en todos los sentidos, no sólo en cuestiones de género, raza o religión: también en edad.