Jewish Apple Cake

Hoy toca homenaje gastronómico, básicamente porque de la oficina del consorte me envían reiterados mensajes acusándome de persona con poca credibilidad, ya que hace semanas prometí el bollo de manzana y este es el día en que no han podido constatar si es tan bueno como digo yo que es.

La receta la tengo con las medidas americanas y las he pasado al sistema métrico decimal más ó menos:

  • 5 manzanas (yo uso manzanas golden)
  • 5 cucharadas soperas de azúcar
  • 2 cucharaditas de canela
  • 1 taza (250 Mililitros) de aceite (la receta original es con aceite de girasol)
  • 2 tazas (450 Gramos) de azúcar
  • 3 tazas (675 Gramos) de harina
  • ¼ taza (65 Mililitros) de zumo de naranja
  • 3 cucharaditas de levadura en polvo
  • 1 cucharadita de sal
  • 2 1/2 cucharaditas de vainilla líquida
  • 4 huevos
  1. Pelar y cortar las manzanas en lonchas finas, agregar el azúcar y la canela y remover de vez en cuando. Es conveniente hacer esto como media hora antes para que la manzana suelte el jugo, se mezcle con el azúcar y la canela hasta formar una especie de almíbar.
  2. Precalentamos el horno a 176ºC/350ºF
  3. Mezclamos la harina la sal y la levadura en polvo. Si queremos que salga más esponjoso pasamos la harina por un tamiz ó un colador.
  4. En el bol donde tenemos el aceite y el azúcar mezclados Vamos incorporando los ingredientes en cuatro tiempos: un poco de harina, un huevo, un poco de zumo de naranja y batimos bien ya sea a mano ó con robot de cocina hasta que esté todo mezclado, otra tanda de harina+ huevo+ zumo de naranja. Así hasta terminar todos los ingredientes. Es conveniente mezclar bien entre tanda y tanda para que la masa salga homogénea.
  5. Añadimos la vainilla líquida.
  6. Engrasamos un molde de 25cms de diámetro y ponemos la mitad de la masa.
  7. Ponemos la mitad de las manzanas con la canela y el almíbar que han soltado.
  8. Echamos el resto de la masa cubriendo las manzanas.
  9. Ponemos la otra mitad de las manzanas con canela hasta cubrir toda la masa.
  10. Horneamos durante 1 hora y media ó hasta que al meter un cuchillo en la masa, salga limpio.

Aceite de oliva virgen extra con aromas

Es imposible concebir la cultura mediterránea sin el aceite de oliva. Sus orígenes se remontan al 3000 AC cuando los fenicios lo llevaron por la cuenca mediterránea. Los griegos lo utilizan para diversos usos. Pero es durante la época romana cuando Hispania (hoy España) y más concretamente Bética (Hoy Andalucía) era el principal proveedor de aceite de oliva a los habitantes de Roma. El dorado elemento se transportaba en ánforas que pueden verse en el monte Testacio en la capital italiana.

Las plantaciones de olivos por toda la península ibérica al igual que en todo el sur de Europa convirtieron a este producto en una de la materias primas más importantes y valoradas de la época, importancia que dura hasta nuestros días.

El aceite más apreciado es el aceite de oliva virgen extra, que es el que se saca por prensa en frio por medios exclusivamente mecánicos y por supuesto, solo contiene aceituna. Es esta calidad la más recomendable para elaborar los aceites aromatizados.

Los aceites que de los que hablo están realizados con aceite de oliva virgen extra de variedad hojiblanca porque personalmente es la que más me gusta, pero el aceite de oliva, como el vino, es cuestión de gustos y como me dijo en una ocasión el dueño de una gran bodega española: “El mejor vino es el que te gusta” y con el aceite pasa igual.

Las hierbas aromáticas que se utilizan deberían estar recogidas de la huerta en el momento de echarlas al aceite pero se pueden comprar en el supermercado perfectamente. El consejo que doy es utilizarlas cuanto antes una vez que se han comprado, porque si se dejan en la nevera varios días, perderán sabor y el aceite no tendrá demasiado aroma.

Las botellas de cristal son especialmente atractivas para este propósito, pero no debemos olvidar que la luz es un gran enemigo del aceite de oliva ya que destruye sus propiedades, así que recomiendo que el tiempo de maceración y durante su uso estén las botellas en la oscuridad, metidas en un mueble por ejemplo.

El tiempo de maceración de todos ellos ronda los 40 días pero esto, como todo, va en gustos. Lo mejor es ir probándolo hasta que el sabor sea el que deseamos.